Playa de Baracoa, 1º de septiembre de 1959

Sr. Ventura Luis

Quiera Dios cuando ésta llegue a tus manos te encuentres bien, yo bien, gracias a Dios.

Ayer recibí tu cartica, la cual hacía varios días esperaba con deseos.

Mi amor, cuando llegué aquí ayer enseguida que me entregaron la carta fui a contestarte; en ella te decía que nosotros nos quedaríamos por acá hasta que Niní diera a luz, y como la hice tan apurada, pues figúrate como quedaría, porque es que íbamos para un culto que había en Guanajay especial, y como hoy me encuentro con más tiempo, entonces te escribo de nuevo.

No sabes la sorpresa que recibir hoy; anoche Niní fue con nosotros al culto de Guanajay, y cuando llegamos todos nos acostamos, y al otro día, cuando me levanté, ya Niní había dado a luz, así es que ya nosotros no tenemos nada que esperar para ir para Oriente, pues casi seguro cuando se termine la reunión de ungidos nos vamos para allá; entonces es mejor que ustedes, cuando vengan para acá, entren a La Lisa y después a La Playa por si acaso estamos por aquí.

Mi vida, yo creo que aunque yo esté aquí en La Playa todavía, tú puedes pedirle permiso al apóstol para hablar conmigo, porque dijeron, creo que en la conferencia, que si dos novios se encontraban, podían pedir permiso para hablar, así es que no hay problema acerca de esto.

Nosotros los juveniles estamos celebrando los cultos que nos pertenecen en La Lisa ahora. Hoy creo que vamos para allá, pues ayer vinimos un momento acá para ir a Guanajay después, así que nos demoramos aquí por causa de Niní.

Todavía no he podido comprar la pluma, porque he trabajado muy poco, porque me enfermé, pero espero que Dios me ayude.

Mi amor, tengo grande alegría porque pienso que esta carta no me la contestarás por medio de papel y pluma, sino personalmente, si Dios quiere.

Siento muchos deseos de verte y de hablar contigo para podernos decir lo mucho que nos queremos. Óyeme, si después cuando yo vaya a hablar contigo no hablo mucho, no me culpes, porque es que me da pena contigo. El motivo no lo sé, pero haré lo posible por decirte lo que te quiero. Mientras que no te veo, en cartas puedo decirte mucho, pero después me da pena; pero todo es posible.

Bueno mi amado, recibe el sincero cariño de quien te ama con todo el corazón: tu novia,

Lucía González

Notas: Cuando te vea te diré acerca de mi familia. Heliodoro Castillo te saluda, dice que tienen muchos deseos de hablar contigo. Yo te contesté a Holguín como me dijiste, así es que procura la carta.